Es importante descartarla antes de someterse a un tratamiento de reproducción asistida .
El fallo de implantación y el aborto de repetición son consecuencia de múltiples causas que afectan a dos compartimentos: por un lado, el embrión es causante de estos problemas porque a veces es portador de alguna alteración cromosómica y por otro lado, el ambiente uterino alterado es también responsable de ambos patologías.
Dentro del ambiente uterino alterado las malformaciones uterinas, la presencia de miomas y úteros dismórficos son muchas veces los agentes causantes. Otras veces, son las alteraciones de la coagulación (trombofilias) y del sistema inmunológico los responsables del fallo de implantación y del aborto recurrente.
El endometrio inflamado es causado normalmente por infecciones intrauterinas, y no es lo mismo que la endometriosis. Estas infecciones pueden ser de transmisión sexual, infecciones bacterianas de la vagina, infecciones por hongos del tipo de la cándida, así como por alergias a productos (como condones o diafragmas), o producirse debido a la alteración del pH, por exceso o falta de higiene, o por heridas en la zona. Además, tras un aborto, una cesárea o un parto (en especial cuando el parto es largo) las bacterias vaginales pueden producir una infección en el endometrio.
Los procedimientos quirúrgicos que implican entrar en el útero mediante el cuello uterino también pueden dar paso a bacterias que causen endometritis. Estos procedimientos pueden ser una histeroscopia, la colocación de un dispositivo intrauterino o la dilatación y raspado uterino. La endometritis puede darse también al mismo tiempo que otras infecciones pélvicas como cervicitis, inflamación del cuello uterino, o junto a enfermedades de transmisión sexual.
Los síntomas que se pueden tener cuando se padece endometritis son:
- Fiebre
- Abdomen hinchado
- Dolor pélvico
- Estreñimiento
- Dismenorrea (dolor menstrual)
- Sangrado o flujo vaginal anormal
- Relaciones sexuales dolorosas
- Incomodidad al ir al baño
- Malestar general
La endometritis puede ser:
- crónica: cuando es una inflamación persistente del endometrio causada por la colonización de gérmenes comunes en esta capa uterina. Esta enfermedad es generalmente asintomática, por lo que puede ser infradiagnosticada. Además, parece estar relacionada con la infertilidad, abortos y problemas de implantación en la fecundación in vitro.
- aguda: en este caso, la inflamación aguda (de acción inmediata) del endometrio que persiste por poco tiempo acarrea multitud de síntomas típicos de una infección, y si no se tratara podría dar lugar a una infección generalizada. Una de las causas más comunes son las bacterias que ascienden desde el aparato genital inferior.
Para realizar el diagnóstico se realizan análisis y cultivos de orina, y rara vez se hacen cultivos endometriales porque las muestras recogidas a través del cuello uterino casi siempre están contaminadas por la flora vaginal y cervical.
También se puede hacer mediante una histología, que se trata de un análisis microscópico de la biopsia del endometrio. O realizando una histeroscopia de la cavidad uterina, aunque este método es más complejo debido a que requiere una cirugía y no da unos resultados específicos sobre qué fue lo que causó la infección.
Al ser la endometritis crónica la más difícil de detectar y estar directamente relacionada con la infertilidad, los expertos se han concentrado en buscar un método de diagnóstico específico. Han desarrollado un nuevo test llamado ALICE (Analysis of Infectious Chronic Endometritis) que se basa en la identificación de los nueve patógenos causantes de endometritis crónica.
Este estudio permite identificar la bacteria que está relacionado con la infertilidad, la cual hasta hace poco tiempo se pensaba que no se podía encontrar en el endometrio, y sin embargo es lugar de proliferación de algunas, lo que significaba un problema de infertilidad desconocido.
Conocer esta bacteria endometrial de la mujer ha permitido dar un paso más en la mejora de los tratamientos. Además de diagnosticar enfermedades que producen infertilidad como la endometritis crónica, permite determinar si las bacterias del endometrio son las adecuadas para que se produzca el embarazo.
Esto conlleva a que se pueda hacer un tratamiento de la flora anterior a la implantación del embrión, lo que permite un mayor éxito a la hora de quedarse embarazada.
Para el tratamiento del endometrio inflamado existen varios medios dependiendo de la causa del problema. Si la inflamación es causada por microorganismos extraños, se trata con antibióticos, pudiendo también ser utilizados antifúngicos o antivirales. Si se han recetado antibióticos después de un procedimiento ginecológico, es muy importante terminar todo el medicamento para que haga efecto. En ocasiones la pareja sexual también deberá tomar el tratamiento para evitar que la inflamación vuelva.
Antes de un parto por cesárea, los médicos administran antibióticos a las mujeres. Este tratamiento puede ayudar a prevenir las infecciones del útero.
Es posible que resulte necesario hacer una cauterización del cuello uterino con el fin de cicatrizar ciertas lesiones provocadas por la infección, dependiendo de si la inflamación se ha extendido y las partes a las que haya afectado.
Ahora bien, si el endometrio inflamado se debe a alguna alergia causada por materiales del tipo del condón o del diafragma, se tiene que dejar de usar estos objetos y, si el médico lo ve necesario, tomar antiinflamatorios que alivien el dolor y ayuden a la recuperación del útero.
Cuando no se trata a tiempo y la inflamación del útero empeora, se puede requerir tratamiento intravenoso con control en el hospital.
A veces es posible conocer el agente infeccioso responsable del problema mediante técnicas de cultivo endometrial o técnicas de secuenciación masiva (NGS). En caso de conocer el agente infeccioso responsable se daría tratamiento antibiótico específico contra dicho germen. En caso de no conocerlo, daríamos un tratamiento empírico con antibióticos que cubren los gérmenes más habituales de esta infección como son: Doxiciclina, Clindamicina, Ciprofloxacino y Metronidazol al menos durante 14 días. Tras los cuales y dejando descansar otras 2 semanas repetiríamos la biopsia para comprobar la curación.
En general, el tratamiento y erradicación de la endometritis crónica en las mujeres con fallos de FIV cursan gestación en un nuevo intento y aquellas con abortos recurrentes evolucionan favorablemente y finalizan con embarazos a término y el nacimiento de un recién nacido sano
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